sábado, 26 de octubre de 2013

PUIG DE LLOSETA

SABADO 26/10/2013
 
CRONISTA: RAMON
 FOTOS
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Me lo he estado pensando mucho, y al final he decidido no ponerlo en el titulo, pero ahora, dos líneas más abajo si lo voy a decir, el Puig de Lloseta, y su puta madre.
Lo primero de todo, quiero aclarar que no soy el más indicado para hacer esta crónica, pero creo que el resto de nuestro grupo esta más o menos igual que yo. El motivo no es otro, que el total desconocimiento de la zona, por la que hemos transitado en el día de hoy. Solo Emilio y Alfonso, conocían alguno de los caminos hoy recorridos. Sito había quedado con Uti, con el que hacia tiempo no nos veíamos, y la verdad que es un placer pedalear con el. Hoy ha ejercido, magistralmente, por cierto, de Macho Alfa, por estos lares, ya que el, si que los conoce a la perfección.
Llegados puntualmente a Binissalem, a las 9 de la mañana, nos hemos encontrado con Uti, y tres componentes más de los Maifren. En total éramos 18 bikers,
Según lo planeado, hemos ido por carretera hacia Lloseta primero, y Biniamar después, para ir calentando un poco, pues nos teníamos que enfrentar a una subidita “jodida pero corta”, según palabras de Uti. Antes de la “subidita”, primer y único contratiempo de todo el día, parche importante en mi rueda trasera, que el liquido ha sido incapaz de taponar. Con la ayuda de Emilio, Sergio, al que alguno ha llamado mandril profesional, por su hábil movimiento de vaivén de su mano derecha al manejar la bomba, no le veo yo relación, pero vamos, seguro que la tiene, Marcos es un suspicaz observador, Alfonso, y alguno más hemos puesto una cámara en cuestión de pocos minutos, y tema resuelto.
Ahora solo quedaba enfrentarnos a lo que al final ha resultado ser la madre de todas las subidas. Su p.m., el desnivel se ha desbocado, ya desde los inicios, 15, 18, 20, 24%, y si le añades el desconocimiento total de la zona, sin saber cuan larga es, ni si habrá un descansito, ni si se empinara más, todavía se convierte en más dura, si cabe. Lo peor es que después de cada curva, la esperanza que acabase, o que se suavizase, se desvanecía con la aparición de más y más empinada cuesta. Vamos ha sido una autentica subida, dura, y no tan corta. El Puig de Lloseta es el nombre del paradisiaco lugar al que hemos llegado. Un rato de descanso para recuperar fuerzas y reagrupar. En este punto, se nos ha unido un biker que subía solitario, y sin rumbo fijo. Hemos bajado por la vertiente contraria. Una bajada de pista no muy rápida, ya que estaba bastante en mal estado, pero si mucho mas que los atajos que la iban partiendo por la mitad, mucho mas endureros, y trialeros. Llegada nuevamente a Lloseta y dando un rodeo por la Ermita llegamos nuevamente a un punto intermedio de la subida primitiva para enfilar hacia el merendero de Biniamar.
Ahora quedaba otra subida importante, en dirección a Sa Font des Garrover, pero ya no con la brutalidad de la anterior, algo más larga, y también dura, pero nada que ver. Creo que lo máximo marcado ha sido 16%. Una vez llegados arriba, de nuevo una bajada, que a mi particularmente me ha gustado más que la anterior. Con menos piedras y mucha broza de los árboles en el suelo. Cuando hemos llegado a una pista, bastante ancha, hemos tenido que extremar las precauciones. La pendiente era mucha y la velocidad a la que íbamos era muy alta. Esperemos que Sito nos haya grabado en su flamante nueva cámara, que creo que tiene hasta slow motion. Afortunadamente, sin ningún contratiempo para nadie, hemos llegado al llano, pasando por los bonitas casas de S`Estorell Vell. Solo quedaban algunos caminos vecinales para llegar, primero a Lloseta, y posteriormente a Binissalem. Unas cuantas cervezas en compañía, que han sabido a gloria. Realmente una ruta dura pero muy bonita, tal vez en un día algo caluroso, pero yo de eso, no me quejo nunca.
Hasta aquí lo que ha sido la ruta de hoy. Lo que ya es más difícil de plasmar, es todo lo demás. El buen rollo entre todos nosotros, incluso entre gente que no se había visto nunca, pero que al pedalear juntos, nos convertimos en amigos para siempre. En realidad es muy diferente el mtb, a la carretera. Aquí no prima quien llegue primero, aquí solo eres un personaje mas, dentro de un grupo, cuya única finalidad es gozar por partida triple, primero porque nos gusta el deporte de la bici, pedalear, segundo, porque nos gusta hacerlo en compañía de nuestros amigos y afines, y tercero porque nos gusta hacerlo entre esplendidos paisajes. Os garantizo que hoy, y cada sábado, hemos conseguido los tres propósitos.
Gracias amigos.

sábado, 19 de octubre de 2013

LOS SIETE MAGNIFICOS

 SABADO 19/10/2013
 
CRONISTA: RAMON
 
Bueno, después de varias semanas de rutas, más bien lights, en esta, se decidió elevar un poco el nivel. Cuando hablamos de Comuna de Bunyola, y saliendo de Palma, como siempre hacemos, la cosa ya empieza a ser un poco seria. Si además es un grupo reducido, y sus componentes son los que éramos hoy, la cosa adquiere visos de seriedad, en grado sumo.
A las 9,30 pasadas, nos hemos reunido, Juan, Javi, Julián, Miquelet, Sito, Enrique y Ramón, en el Limite, para iniciar nuestra jornada de mtb. No se donde había leído que ya no se podía pasar por Son Maciá, pues han empezado las obras de una futura urbanización. Las obras pueden haber comenzado, pero el camino esta expedito como siempre. Un calentamiento progresivo, marchando sin prisas, pero sin pausas hacia Bunyola. Todo normal, hasta que a Enrique le da por tirar como un poseso. Le sigo, por delante del cementerio íbamos a 35 km/h, hasta que me doy cuenta que es demasiado pronto para empezar una batalla de tales dimensiones, le dejo marchar solo, los últimos metros, ni aun así reduce su velocidad, hasta llegar al pie de la Comuna. Allí nos encontramos a un numeroso grupo de bikers, que al igual que nosotros, esperaran a algunos compañeros para reagruparse, y subir juntos. Les dejamos que partan delante nuestra. Pero nuestro nivel es el que es, sin fanfarronadas, y creo que ya en las primeras rampas, todos nosotros, ya habíamos adelantado a todos ellos.
El cabrón de Enrique, hace que los demás nos pongamos las pilas. Gran subida hasta la barrera d`en Cupi, donde de nuevo reagrupamos, para continuar por el Comellar, ya sin descanso, hasta culminar en lo alto del Penyal d`Honor. Subida dura por pista rota, que exprime todo lo que llevas dentro. Si no eres generoso en el esfuerzo, el precio es poner pie a tierra, y eso, hay que intentar evitarlo a toda costa.
Después de alguna barrita y alguna foto de grupo, toca bajar presiones de neumáticos, así como el sillín de la bici. La cabra espera, y si la bajas, te regalara una porción extra de adrenalina y un buen subidon. Creo que lo hemos logrado todos.
Ya tenemos la primera bajada en el zurrón, ahora vamos a por la segunda. Ya se había decidido de antemano que seria por Coa Negre. Personalmente, nunca había hecho esta bajada tan rápido. La primera parte ha sido alucinante, y además, con mucho control, pero ha llegado un momento que los cuadriceps han dicho basta, he tenido que aflojar el ritmo. Sito, Enrique, Javi, se iban alejando lentamente. Por lo visto ellos practican sentadillas. Son malotes.
El torrente no lleva una gota de agua, y la fuente de la casa, esta mas seca que la mojama. Yo ya había acabado todas mis provisiones liquidas, el día ha sido bastante caluroso. No nos ha quedado mas remedio, que pararnos en Sta Maria a meternos una cañita por el gaznate.
Miquel ha pinchado su rueda delantera, pero iba aguantando bastante bien.
La vuelta por el Festival Park, ha sido muy rápida, y bonita. En el camino de Son Maciá, hemos hecho una persecución por equipos, muy a pesar mío, pues soy partidario de, en los últimos kms, ir soltando el acido láctico, en lugar de generar más, pero no podía dejar de responder a las provocaciones. (Ahora me duele todo).
Al legar al Limite, una caña, y para casa, pues se nos ha hecho bastante tarde (14`30).
Yo creo que no debemos dejar venir más a Enrique, altera nuestras salidas, y además, no creo que sea bueno para su salud. Algún día le dará algo. Por lo menos ya conocemos su epitafio “Si lo se, no vengo”.
Gran salida, gran compañía, como si lo sabíamos, si hemos venido.